domingo, 3 de septiembre de 2017

Calibremos: Ajuste 5

 A mitad de camino me encuentro parado afuera del local. No llevo nada más que el dinero para entrar encima, que es dinero que me sobró de las cosas que hice antes de venir hacia acá. Aproveché el tiempo para darme una vuelta por las afueras del pueblo, almorzar mientras contemplo cómo pasan los autos que van de ciudad en ciudad ignorando completamente este pequeño lugar del mapa, si es que les llega a salir en sus mapas. En general estuvo bien relajado el día antes de llegar acá.

 Sin más que pensar, pago mi entrada a la misma señora que es dueña del recinto y entro. Hay un montón de siluetas alrededor de una tarima en donde están los atriles con sus respectivos instrumentos de la banda. Están recién subiendo y preparando el show para nosotros. A todo esto, está muy oscuro y realmente no puedo ver nada más que siluetas. Me puse atrás de la multitud más encima, pero desde aquí puedo ver que la iluminación de la banda es suficiente para esclarecer las caras de la primera fila.

 Comenzando el primer tema, de forma abrupta y sin presentación de la banda, me hice a un costado para mojarme la cara y tratar de despejarme un poco. Me estaba sintiendo un poco fuera de mí mismo. Por fortuna lavarme me ayudó a despertar y concentrarme mejor. French Kiss Cassette tocaban un tipo de indie rock con tintes electrónicos bien bailables. Harto sintetizador y guitarras tapadas en reverb + chorus. La batería iba a ritmos precisos, y a la vez bastante creativos. Los bajos sonaban deliciosos, el bajista estaba pasándola muy bien mientras llevaba un potente groove muy inspirado en el disco de los 70's.

 Ya habían pasado unas tres canciones desde que el show comenzó. Hasta el momento han mantenido a todos muy activos, saltando de un lugar a otro mientras el público se mezclaba y se re-mezclaba entre sí. Por supuesto, no quería no ser parte de este espectáculo, así que terminé saltando con todos. Hasta que llegué a la primera fila. Ahora podía ver claramente a los creadores de tan buena música, y para mi sorpresa, los instrumentos que estaban usando habían pasado por mi taller. Fue una agradable sensación la de haber contribuido a hacerlos sonar bien (en parte) y desde el anonimato.

 La cuarta canción estaba comenzando. Los chicos de la banda aún no interactúan con el público, pero están haciendo un buen trabajo musical. Cuando todos pensamos que iban a seguir los temas movidos, se ponen a tocar un tema muy lento y de estilo más ambient que los demás. La atmósfera se estaba volviendo muy espacial; apagaron las luces y pusieron unas pequeñas lucecitas que apuntaban al techo del recinto, como si fuera el universo encerrado para nosotros. Al momento de empezar a entrar en la zona por los estímulos musicales interestelares, alguien me agarró del brazo y me despertó de mi casi trance.

"No sabía que ibas a venir también."

 Era Sophie. Lo sabía por su voz.

"¿Me acompañas fuera un momento?"

Está bien, pero no nos demoremos tanto porque quiero seguir ecuchando a estos tipos.

 Salimos del local un momento. La vi cómo alcanzaba una cajetilla de Malboros rojos desde un bolsillo en su chaqueta. Sacó uno y lo puso en su boca.

"¿Quieres uno?"

 La verdad es que no fumo. Nunca he fumado cigarro, pero no es porque lo desprecie. Simplemente nunca he comprado ni tengo círculos cercanos de fumadores.

Ya qué, dame uno de esos cigarrillos.

"No fumas, ¿verdad? Nadie le dice cigarrillos a los cigarros. ¡No en esta parte del planeta! jajaja. A decir verdad, yo tampoco fumo mucho. Esta cajetilla, por ejemplo, la compré hace más de tres meses, y aún me quedan 13 cigarros en el paquete."

 La música aún se podía escuchar por fuera del recinto, así que fue un buen momento para acompañarla, fumando.

"¿No tienes prejuicios con la gente que fuma?" Mientras sacaba un encendedor y me lo acercaba a mi propio cigarro. Rápidamente reaccioné a ponerlo en mi boca para seguir el espontáneo plan.

No, a decir verdad, no podría juzgar a alguien por lo que hace. Es solo cigarro. ¿A quién estás pasando a llevar? Y si así fuera, no creo que lo estés haciendo con malas intenciones.

"Eso... es un alivio."

 Pegué la primera bocanada luego de responderle, el cigarro se prendió inmediatamente. El humo pasó a mi boca, luego a mi garganta y me empezaron a dar unas ganas terribles de toser, así que me lo saqué de la boca mientras trataba de evitar la explosión de humo.

"¿Estás bien? Creo que olvidé mencionarte que con el tabaco no tienes que aspirar el humo. Solo mantenerlo en la zona de la boca, porque el humo es muy denso para que podamos soportarlo."

De los errores se aprende. Volví a ponerme el cigarro en la boca para seguir fumando. Me estaba preguntando por qué ella no había prendido el suyo. De pronto se empieza a acercar. Su cara estaba cada vez más cerca que la mía, ella con su cigarrillo apagado aún.

¿Qué estás ha-

 Antes de seguir hablando, ella puso la punta de su cigarro contra el mío, y lo usó como un encendedor.

"Ahorramos fuego."

 Vaya, esto no me había ocurrido nunca. De alguna manera mi corazón se aceleró mucho. Casi malentiendo por completo la situación.

 Seguimos hablando sobre algunos vicios, como las drogas, los videojuegos, e incluso algunas tendencias medias maniáticas, como comerse las uñas porque sí. Me contó que ella fuma por la estética que se puede percibir de alguien fumando un cigarro, lo encuentra cool. También me dijo que no le haría el quite a probar sustancias nuevas cuando se le presente la oportunidad. Fue una faceta de ella que jamás me hubiera imaginado, pero me dio mucho gusto empezar a conocerla más y más.

"¿Nos entramos ya?" Justo después de decir eso, sus ojos se fijaron en la parte de mi boca. Apenas la estaba abriendo, agarró mi mano.

Sí, vamos. No me quiero perder este show.

 Entramos de la mano al recinto, me guió por el lugar hasta un costado del escenario. French Kiss Cassette había comenzado una nueva canción recién, esta vez era una canción más acústica. Solo estaba el vocalista con una luz, cantando y tocando. Los otros miembros se veían como si prepararan algo, tal vez la canción es una progresión que va agregando nuevas partes a medida que avanza.

"Disculpa por haber agarrado tu mano tan de la nada." Me dijo en un susurro.
"No quería perderme entre tanta gente."

 Le sonreí. Ahora que lo pienso, se me imagina que tengo una cara de idiota en estos momentos, pero no me importa. La música está buena, tengo energías y hay una chica muy simpática a mi lado.

 Quiero que esto me siga pasando. Quiero seguir sintiéndome así de bien por mucho tiempo. Espero que Sophie esté contenta también.

 Así seguimos, durante todo el concierto hasta que terminó. Siempre juntos, disfrutando la música y nuestra compañía.




viernes, 19 de mayo de 2017

Calibremos: Ajuste 4

"¿Por qué estás llorando?"

Uh...

"¿Por qué estás así?"

 Abro los ojos, perplejo. Mi celular me dice que son las tres y cuarto en la madrugada. La almohada quedó un poco mojada ya que al parecer tuve un sueño muy triste. No recuerdo muy bien qué era lo que estaba soñando, pero no quería pensar y aún tenía sueño, así que me dormí nuevamente, esperando soñar en blanco, como todas mis noches.

 Me despierto de nuevo, ahora más tranquilo y descansado. Miro la hora y me marcan las once de un domingo cualquiera. Bueno, sería cualquiera si tuviera que ir a trabajar, pero hoy es un día festivo, así que nos tomamos el día con Sophie. Tengo una agradable sensación de realización y de relajación porque terminamos todos los trabajos encargados de esta semana a una velocidad increíble para un aprendiz de luthier y su asistente.

 Pongo el agua a hervir para servirme un café y poner un rato la radio local. Es la única frecuencia emitida desde el pueblito para el mismo pueblito. Los domingos a las doce ponen una sección musical indie (¿sorpresa?, acá pega mucho la música alternativa) de una hora llamada "Desde la alcantarilla". Sé que es un pésimo nombre, pero creo que tienen su estación de radio justo al lado del alcantarillado, así que al fin y al cabo le viene.

 Justo al sentarme a beber mi café, empieza a sonar el programa. Como siempre, promocionando un montón de bandas que parecen sacadas de Soundcloud en su totalidad, y uno que otro clásico mainstream indie. A la mitad del programa, hacen un anuncio.

 "Bueno ratas, tenemos una excelente noticia para alegrar lo que se viene de día. French Kiss Film se estará presentando en un local que tenemos en el pueblo, quizás el más grande que tenemos, de hecho. Son una banda que viene con propuestas que... se sienten jóvenes. Se sienten de nuestro tiempo. Como algo que podríamos estar orgullosos de contar, de haber escuchado esto, cuando estemos hechos unos viejos. La cita con los tipos es a las 7:00 pm en el bar de la tía Rosita, esquina de Juan José con Juan Juan II. Ah, se me va mencionar que la entrada es con aporte voluntario, todo el financiamiento se va directamente a French Kiss Film."

 ¿French Kiss Film? Nunca había oído de ellos. Suenan como una banda de noise, o de art rock, o las dos cosas. Shoegazing también se me viene a la mente. Creo que les iré a pegar una escuchada. Después de todo, no tengo nada que hacer hoy más que sentarme sobre mí mismo. 

 Mientras me iba yendo, me pregunté brevemente mientras atravesaba la puerta: ¿Qué es lo que hará Sophie hoy? Ya iba caminando, no esperando nada más que un buen rato con French Kiss Film.

sábado, 6 de mayo de 2017

Calibremos: Ajuste 3

 Hasta ahora todo ha ido muy bien. La rutina de estas dos semanas ha sido muy recta, pero entretenida. Por ejemplo, la semana pasada nos pasamos escuchando Radiohead, desde el Pablo Honey hasta A Moon Shaped Pool, mientras trabajábamos y comentábamos la evolución que ha tenido Radiohead desde que partió en el noventa y tres. Por supuesto, el trabajo de mi asistente va bien también, ya que las ventas de la tienda han ido constantes. Eso significa dinero para la tienda, para mi sueldo y para el de ella.

 Hoy empieza la cuarta semana desde que estamos trabajando juntos con Sophie. Tiene una jornada de treinta horas que se reparte entre cuatro días con turnos de siete horas y media entre lunes y sábado. Aunque, debo confesar que viene los cinco días de la semana a trabajar e incluso ha venido un fin de semana porque según ella no tenía nada que hacer en casa. Hmm... es bueno para ella, porque va a poder tener más dinero y supongo que mantiene su mente ocupada con el trabajo. Ahora que lo pienso, ni siquiera sé qué hace en sus ratos libres... ¿Será malo como jefe no haberle preguntado?

 Ya vamos por la hora de almuerzo del día lunes. Hoy, Sophie llegó a las 11 a ayudar un poco a ordenar el taller. Había un pequeño lío porque tenemos muchos instrumentos en los que trabajar, pero no tenemos tanto espacio (aunque sí tiempo). Quise tomarme los parlantes y poner el álbum Grow de Chon. Mientras suena Book, le pregunto:

 Sophie, tú que ya llevas trabajando un tiempito acá en la tienda, siento que no nos conocemos lo suficiente como para mejorar nuestra relación de compañeros de trabajo.

 "¿No quiso decir relación de 'empleador-empleado'?"

 No te preocupes por eso, somos compañeros en el rubro. Volviendo a lo que quería preguntarte. ¿A qué te dedicas cuando no estás trabajando? No quiero sonar como tan de la nada, pero a veces vienes a trabajar cuando no tienes qué, así que me entró curiosidad.

 "Hmm... me dedico a leer novelas, escuchar música y viajar a la capital a ver conciertos, supongo. He estado haciendo eso hasta ahora. Tengo un título técnico de electricista, pero estudié eso porque se me dio la oportunidad, así que no tengo pensado trabajar en eso."

 Ya veo. Bueno, de todas maneras, espero tenerte acá un buen tiempo. Ya sabes, no es muy probable encontrarse con otro fan de la música y que esté dispuesto a trabajar en esa área para prácticamente vivir.

 Seguimos conversando durante toda esa semana acerca de nosotros. Me contó que es hija única, que tiene un gato adentro de la casa y en su patio tiene un perrito manso. Me contó que su banda favorita definitivamente es Nirvana a pesar de que no salen cosas nuevas de ellos. Hablamos de esto y de esto otro. Es muy simpática... menos mal que llegó ella y no alguien como... no sé. Una persona que le guste decir mentiras para impresionar a los demás.

jueves, 6 de abril de 2017

Calibremos: Ajuste 2

 Me levanté de inmediato para atender a la postulante, que de postulante no tiene mucho porque de todos modos le iba a dar trabajo a cualquiera que llamara primero. Me iba acercando poco a poco mientras pensaba en cómo sería de apariencia, o si su personalidad en vivo es diferente a la que me reveló por teléfono. Incluso hasta qué edad tenía y si íbamos a poder compartir de música entre nosotros mientras trabajamos. Y ya estaba agarrando la manecilla de la puerta, tirándola hacia abajo y luego abriéndola hacia atrás.

"H-hola... yo era la que estaba al teléfono"

 Realmente no me esperaba nada como esto: una figura flaca pero con forma, con una boca apretada por la vergüenza de hablarle a un extraño por primera vez. Sus ojos miraban más mis zapatos que cualquier otra cosa, mientras mantenía la cabeza agachada y sus manos sostenidas por delante de ella. Su cabello era liso, largo y castaño, con una chasquilla hacia el lado. Podría estar gastando más palabras para describirla, pero puedo afirmar que esa chica entra en mis estándares de chica MUY guapa.

Evidentemente debes haber sido tú, después de todo me dijiste que estabas afuera.

"Sí... bueno, sí. Tienes razón. Me llamo Sophie... ¡ah! Si te llegas a preguntar por mis facciones de la cara o algo así, es porque soy extranjera. Mis papás me tuvieron en Inglaterra, pero nos vinimos hace unos años ya a vivir a este pueblo. Es muy tranquilo, muy agradable... ¡Ay! Creo que debería decir otras cosas... esto... Tengo muchas ganas de trabajar y hacer crecer este lugar. Me gusta mucho la música. ¡Mucho! Aunque... no sé hacer mucho de estas cosas de luthería... Estoy dispuesta a aprender lo más rápido que pueda, señor."

Ok... te pondré una pequeña prueba. ¿Ves esa pequeña nevera, al lado del escritorio?

"Sí, ¿que hay con ella?"

Ve y saca dos bebidas.

"Está bien..."

Ahí va, a sacar dos bebidas simplemente porque se lo dije. Sin cuestionarlo, sin decir nada. Solo acata lo que le dije.

"Aquí están."

Muy bien, ahora quédate con una y me pasas la que no quieres. Bienvenida a la luthería. Te explicaré en unos minutos cómo funcionan las cosas, así que por mientras disfruta la bebida y la música. Estoy suponiendo que es de tu agrado.

"Por supuesto, me encanta mucho Queen."

Excelente. Date una vuelta para que te vayas familiarizando con el entorno. Avísame cuando estés lista para que te enseñe a hacer tus primeras labores.

"Entendido, señor."

Hey, no tienes que ser tan formal. Me haces sentir como un viejo.

"Te ves como de 30 años. Debe ser tu barba."

Maldición, solo tengo 19. Debemos tener como una edad similar, ¿no? Tú te ves muy joven.

"Siempre me piden mis documentos, pero ya tengo 22 años jeje. Ah, creo que ya estoy lista para que me enseñes a hacer algo. Cualquier cosa en la que pueda ayudarte estará bien... ehm..."

¿Pasa algo?

"No me sé tu nombre..."

Ah, no pasa nada. Llámame Luti.

"Ese no es tu nombre."

A veces las personas quieren tener apodos. Vamos, déjame mantener el sueño...

"Está bien, Luti, pero me tendrás que contar tu nombre tarde o temprano. No puedo creer que no hayas puesto tu nombre ni en el anuncio."

Estoy totalmente agradecido de ser así de despistado. Y así pasaron unas horas mientras le expliqué lo más importante: la caja registradora. Si hay algo que necesitaba con urgencia era que alguien se encargase de la maldita registradora. A pesar de que no es por un tema de que sea complicada usarla, no. Nada de eso. Simplemente no me gusta operarla y podría hacer otras cosas en vez de hacer el trámite de entrar y sacar billetes y boletas.

Así es como comienza realmente mi trabajo, ahora con una asistente incluida. Espero que los días avancen sin novedad, y también espero poder conocer mejor a Sophie para que trabajemos mejor juntos.

viernes, 27 de enero de 2017

Calibremos: Ajuste 1

 Empecé a redactar un pequeño anuncio de "se busca trabajo" en Paint. La verdad es que no soy muy de usar programas digitales... la tecnología siempre se me ha hecho difícil, tanto así que no la puedo integrar a mí. Aún así, con softwares de música puedo entenderme algo más, pero no deja de complicarme. Debe ser la constancia y el amor por hacer las cosas que más te gustan lo que te hace avanzar en áreas que cuestan.

 Mientras redactaba el anuncio había dejado sonando el Hit Vibes de Saint Pepsi para pasar bien el rato en el que luchaba contra el maldito Paint. Finalmente, cuando llegué al cuarto track, pude tener listo el anuncio. Nada muy complicado, la verdad, pues solo era la imagen de un puente Floyd desensamblado en el centro. Arriba tenía el "se ofrece puesto de trabajo en Luthería local", y por abajo dejé un poco más de info genérica, como el contacto y esas cosas. Ahora solo queda imprimirlo e ir a dejarlo a la tabla de anuncios del pueblito (tenemos algo como eso, es demasiado útil).

 Viaje de ida y vuelta, nada muy agotador. Como el pueblo es pequeño, casi todos me conocen a mi, o al menos la gente mayor me conoce más. Los jóvenes, como yo, estamos algo más desconectados del entorno. Estoy seguro de que siempre veo pasar a los mismos muchachos fumadores por la Calle 2, pero siempre tengo la sorpresa de verlos y decirme "woah quiénes serán ellos, ¿será gente nueva en el pueblo?" Mi memoria de caras es terrible. Yo creo que tendría que estar compartiendo a diario con alguien para poder recordarlo cada vez que le veo.

 Apenas llegué a mi hermoso y acogedor local de Luthería me senté. Una pequeña estirada fue todo lo que me bastó para fundirme en la silla unos momentos, antes de prender el ventilador y sacar una pequeña lata de gaseosa en una nevera casi portátil que mantenemos con el viejo en la oficina/silla principal. Debo admitir que es una inversión que vale la pena. Es decir... tienes bebidas heladas a la mano. Acto seguido, puse una lista de éxitos de Queen, para darme ánimos en esta segunda semana de trabajo como aspirante a maestro luthier. Ring ring.

 Ring ring, así es. Es el sonido del teléfono. De seguro es un cliente. Me levanto un poco de mis estado de flan para agarrar el teléfono y aprovecho de bajarle un poco el volume a Queen.

Luthería local, buenos días (eran las 11:40).

...

¡Buenos días!

-¡AH!

AAAAAH, pensé que no había nadie en el teléfono.

-Ah, bueno... es de esperarse, si no hablé al principio.

(Evidentemente. Ahora que me fijo, tiene una voz muy suave y bajita) Cuéntame, ¿en qué te puedo ayudar? ¿Calibración? ¿Ensamblaje? ¿Revisión de circuitos?

-No no no, nada de eso, en verdad.

Oh, entonces... ¿?

-Quería saber... si aún está la vacante para trabajar de asistente en el local. ESO ES, ASISTENTE.

(Vaya, que enérgica. Pero aún así, que tímida. Espera un momento... ¡pescaron el anuncio!)  Por supuesto, eres la primera persona que llama después de todo.

-Eso es un poco triste.

Puede ser, pero al menos algo es algo. ¿Cuándo crees que puedas venir? Tengo que ver si estás en condiciones para trabajar acá.

-Uhm... estoy afuera.

***

Woah, incluso es rápida.

Continuará...


viernes, 23 de diciembre de 2016

Nueva serie: Calibremos (Prólogo)

-¿Crees que puedes encargarte de este lugar hasta que regrese?

Por supuesto.

-Sabes que este es prácticamente un sueño para mí, ¿verdad? Eres muy bueno haciendo este trabajo, por eso lo dejo en tus manos.

Ok, está bien. Viejo Roche, ¿cuándo crees que volverás?

-No lo sé, pero apenas termine mis asuntos, me vendré literalmete volando para acá. Recuerda todo lo que te dije del local. Deja ordenado y cierra con llave... lo usual. Bueno, ¡mira la hora! Ya tengo que ir en camino al aeropuerto. Nos vemos.

Y se fue.

 De todo lo que pudieron apreciar de la conversación, han de suponer que me dejaron en total cargo de mi actual trabajo. Es un pequeño lugar en el centro de la ciudad más pequeña de la región, algo así como un local donde te dedicas a los instrumentos musicales, ¿sabes? lo sabes. Es una luthería.

 A pesar de todo lo que está pasando, no estoy shockeado por la responsabilidad que tengo que asumir ahora. De hecho, me preocupa que haya una temporada con mucho público y tenga que encargarme de todo yo solo. Cuando trabajaba con el viejo, le trabajaba un part time de treinta horas a la semana. A veces le ayudaba cuando ensamblaba maderas, o cambiaba circuitos, pero la mayoría del tiempo me dedicaba a atender a todos los clientes, junto con las labores de la caja y la limpieza antes de irme.

 Ahora tengo que venir acá de lunes a sábado, de diez a seis, para: abrir la tienda, atender a los clientes, cambiar los circuitos, calibrar, ajustar la altura de las cueras, modificar las cápsulas, ensamblar piezas, e incluso armar instrumentos. Todo eso y cerrar la tienda, limpiar, llevar la cuenta de los dineros, pagar los impuestos, y tal vez, y esto me lo espero, tener que pagarle a un empleado.

***

 No importa lo que pase, lo único que importa es que al fin puedo decir que empezaré a vivir el sueño de la música con esta oportunidad. Desde que salí de la media estoy intentando hacer de la música toda mi vida, ya sea como músico o trabajando cerca de esta profesión, así que ser un aspirante a maestro luthier no es un mal comienzo para esta jornada. Que loco... fue una buena idea no entrar a la universidad y agarrar este trabajo part time para ayudar en la casa. Ahora miren, es mi trabajo full time, y de hecho soy prácticamente el dueño, ¿qué podría salir mal?

 Con esa misma mentalidad, dejé pasar la semana y puedo decir también que estoy cansadísimo. No pensé que esto sería tan extenuante. 

 Tendré que ofrecer un puesto de trabajo en la luthería.

Continuará...

jueves, 8 de septiembre de 2016

Kēki o yaku yōna [CH10]

Paso 19

   Primero entró Karen, saludó a Claire, le preguntó algo que no alcance a escuchar, y entonces, entra su otro amigo exageradamente rápido, a lo que procede a abrazarla y levantarla en el aire.

-¡Sh...digo Claire! ¡Qué gusto volver a verte! -pareciera que no se veian hace siglos.
-Ugh...entiendo...p-pero...suel...tame...
-Oh lo siento ¿Cómo has estado? -era un chico bastante alto, moreno, y al parecer fuerte, por la facilidad que levantó a Claire.
-Uff...bien bien, pasa a saludar, el es Keke, un amigo de la escuela.

  Rápidamente se acerca a mí, apenas me levanto y estiro mi mano para saludarle, la recibe con un fuerte apretón.

-Un gusto, soy Salvador, pero puedes llamarme Salva ¿Es Keke tu verdadero nombre o...?
-No no, es solo un apodo, mi nombre es Nicolás, el gusto es mío.
-Bueno, ya que estamos todos ¿Qué hacemos primero? -dijo Claire a lo que ofrecía cervezas.
-Sus Smash, cada que alguien caiga bebe -no lo parecía, pero Karen bebía, mucho.
-Keke ¿Listo para terminarte la lata?
-No te creas, he estado entrenando.
-¿Uh? Entonces tendré que esforzarme un poquito.
-Jajajajaja -los tres rieron.
-Ja ja ja, muy graciosa.

  Tristemente, fui el primero en terminarme la lata, y cuando ya iba por la segunda, sonó el timbre, oh campana salvadora, que anunciaba la llegada de la pizza, por lo que dejamos el juego y partimos cual gacelas por el ansiado bajón. Mientras merendabamos conversamos un largo rato, me sorprendió saber que Salva era de segundo, yo por lo menos le pensaba uno o dos años mayor que yo. Terminé hablando mucho con el, pues las chicas se la pasaron poniéndose al día, aunque de vez en cuando los cuatro topábamos en algún tema, no recordaba hace cuanto había conversado tanto, de cualquier cosa, o por lo menos no recordaba haberme sentido tan bien. En eso ocurre algo, que, tal vez exagere, pero considero importante en mi vida, un ladrillo a la vez, dicen.

-Oh, se está haciendo tarde, ya debo irme.
-¿Irás al bar otra vez? -preguntó Karen a Salva.
-¿Bar? ¿No tienes 17?
-Ah, es para ver a una banda, iré con mi hermana, me deja acompañarla pues le sirvo de espantajotes.
-Jajaja, entiendo ¿Hay que pagar entrada? -ese día estaba especialmente de ánimos.
-Sí, pero no es cara ¿Quiéres ir?
-Por algo pregunto, primero debo pasar por mi casa, no es lejos.
-Eso suena como algo muy heterosexual -el comentario de Karen provocó una carcajada en todos, y así, nos despedimos y pusimos en camino.

  A mitad de camino, entre le preguntaba a Salva de que iba la banda y todo eso, me llega un mensaje, a veces uno escribe o dice sin mucho detalle, asumiendo que el otro entenderá, en este caso solo tuve una corazonada al respecto, la cual resultó ser cierta, al llegar a mi casa.

  Lágrimas, ira.